El Liceo, campeón de Europa

Salinas y Carlos López, determinantes

Liceo Vodafone: J. López, F. Bargalló, J. Bargalló, Salinas, C. López (3) -cinco inicial- Josama, Fuentes.
Barna Work Igualada: Llaverola, Montferri, Cabestany (1), Cáceres (1), Guillén (1) -cinco inicial- Torras, Ferdández.
Árbitros: Lamela (POR) y Pinto (POR) mostraron tarjeta azul a Pep Torras del Igualada y a Facundo Salinas del Liceo y roja acumulativa a Jordi Bargalló.
Goles: 0-1 Jordi Guillén (m. 2), 0-2 Cáceres (m. 26), 1-2 C. López (m. 45), 2-2 C. López (m. 48), 3-2 C. López (m. 57), 3-3 G. Cabestany (m. 58) (p)
Incidencias: 6.500 espectadores, entre ellos algunos jugadores del Deportivo de La Coruña y la Peña Riazor Blues para presenciar la final de la Liga Europea 2003.

Cuando todo hacía pensar que el Barna Work Igualada se llevaría su séptima Copa de Europa ante un Liceo Vodafone apoyado por más de 6000 personas en el Palacio de Deportes de Riazor, apareció la figura del argentino Carlos López.

En una final los fallos se pagan caros pero, mientras el Liceo tuvo tiempo de repararlos, al Igualada le llegaron sin, prácticamente, tiempo de reacción. Con el tanto inicial de Jordi Guillén, el Liceo se vio obligado a abrir filas y se lanzó en un ataque desesperado a por la meta de Jaume Llaverola. Sin embargo, el meta catalán demostró su valía desbaratando todas las ocasiones de las que gozaron los jugadores liceístas y se llevó el trofeo al jugador más valioso de esta Final Four.

Nada más comenzar la segunda mitad, la fortuna volvió a sonreír al Igualada que a los 30 segundos lograba el 0-2 por mediación del internacional David Cáceres. Por su parte, el Liceo lo intentaba pero no encontraba como superar a Jaume Llaverola hasta que a cinco minutos para el final, el argentino Carlos López metía a su equipo en el partido con un gol de fuerza.

Los nervios se apoderaron en ese momento de los jugadores catalanes que encima no podían contar con Montferri, el mejor atrás, por una lesión producida minutos antes. Con el público de Riazor gritando a todo pulmón y convertido en el sexto hombre, de nuevo Carlos López marcaba para el Liceo. La locura se desató y a pesar de que en la prórroga ambos conjuntos marcaron, la lotería de los penaltis se volvió a imponer en esta Final Four.

Sólo Facundo Salinas en el décimo y último lanzamiento fue capaz de anotar el tanto que otorgaba al Liceo su cuarta Copa de Europa. La última databa de 1992.

Penaltis
Igualada: Torras (falla), Cabestany (falla), Montferri (falla), Cáceres (falla), Guillén (falla).
Liceo: Gende (falla), F. Bargalló (falla), Josama (falla), C. López (falla), Salinas (gol).